Todos alguna vez escuchamos la palabra tracción cuando hablamos de un carro. Pero ¿sabemos qué es realmente la tracción de un vehículo? ¿Cuál es su función? ¿Es importante? Es precisamente eso lo que te contaremos en este post.
La tracción está definida como la acción que ejerce la caja de cambios hacia alguno de los ejes de tu carro con el fin de que se muevan las ruedas y posteriormente lo haga el carro. Obviamente, todo esto en fracción de segundos.
En pocas palabras, la tracción son las ruedas que se mueven producto del trabajo de la transmisión del vehículo, dado que la potencia del motor tiene que ir a algún lugar para producir el movimiento.
Hay básicamente tres tipos de tracción en un auto: tracción trasera, delantera y doble tracción, la que se desglosa en 4WD y AWD.
En los orígenes de la industria e incluso mirando las bicicletas, la tracción trasera era el camino lógico para la creación de cualquier otro auto. Además se pensaba que era más sencilla, porque además distribuía los componentes lejos del motor, ayudando entre otras cosas a equilibrar el peso del carro.
Si a eso le sumamos los motores potentes que comenzaron a masificarse a mediados de siglo, la tracción trasera fue la manera de dejar la potencia atrás, para que el motor – y tracción –empuje el vehículo y las ruedas delanteras estén orientadas solo a virar y frenar. Los frenos de disco adelante, más que atrás, ayudan a frenar mejor ante cualquier eventualidad.
En la actualidad, si bien la gran mayoría de los vehículos fabricados en la industria, tienen tracción delantera, los más deportivos y/o potentes siguen siendo fabricados y sosteniendo que en la tracción trasera está la respuesta a la mayor performance de un carro. Los Fórmula 1 aún tiene tracción trasera; las motos también.
A comienzo de los años 30, tras primeros intentos por simplificar el eje trasero, apareció el Citroen Tractio Avant en 1934, sin embargo, pese a mejorar espacio y peso del vehículo poco podía hacer frente a la tracción trasera, dominante en esos años.
Todo cambió cuando en 1959 el británico Mini Cooper rompió todos los esquemas norteamericanos de la época al introducir un motor transversal con tracción delantera. El modelo liberó espacio dentro del habitáculo, siendo encima un carro pequeño, además se abarataron los costos de producción, lo que comenzó a marcar una tendencia, donde hasta cierto tamaño, algunos vehículos comenzaron a fabricarse con tracción delantera.
Otras marcas rebeldes de esos años, fueron los también europeos Citroen 2 CV y Fiat 128, este último a fines de los 60, rompiendo esquemas frente a sedanes compactos íconos de la época con tracción trasera como el Toyota Celica o el propio Volkswagen Escarabajo- hoy más hatchback que sedán, claro. Un dato. A mediados de los 80 el Celica se convirtió a tracción delantera y a comienzos del 2000 el Volkswagen hizo lo propio con el Beetle.
Los vehículos 4 Wheel Drive (4WD) o All Wheel Drive (AWD) son aquellos que como su nombre lo dice tienen tracción en las cuatro ruedas, o sea en todas. Las diferencias son básicamente dos. Los carros o camionetas con 4WD tienen la opción de activar y desactivar la doble tracción, mientras el AWD es permanente. A la vez, la otra diferencia está en que en 4WD, si el camino es hostil, como arena o barro, puedo escoger 4L, que es mayor torque y menos velocidad. En cambio, para caminos de tierra más ligeros la 4H puede ser suficiente. Los AWD, por su parte solo poseen 4H, cual auto de rally.
Un dato interesante. Algunos científicos de la industria automotriz sostienen el siguiente principio: “Hasta 125 HP tracción delantera, de 125 a 200 tracción trasera y de 200 HP tracción integral”, obviamente pensando en desempeño y seguridad.
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