¿Qué sabes del rendimiento de tu auto?
El rendimiento de tu vehículo es la cantidad de gasolina o diésel que utiliza por kilómetro recorrido, sin embargo los datos varían si es que se mide el rendimiento en recorridos por la ciudad o por la carretera, ya que las condiciones en ambos casos son diferentes.
En ciudad, se deben considerar los semáforos y cambios de velocidades constantes debido a distintas variables urbanas y con ello un mayor esfuerzo y cambios por parte del motor del vehículo, gastando más combustible. Asimismo, la carretera es un trayecto por lo general recto y a una velocidad constante que genera un mejor y mayor rendimiento y un menor gasto.
Pero además de los diferentes recorridos, hay otros factores y condiciones que afectan al rendimiento de tu automóvil. A continuación te invitamos a conocerlos:
Factores mecánicos
Los factores mecánicos e incluso el mismo diseño de tu vehículo pueden influir en su rendimiento. Aquí te dejamos algunos:
- Aerodinámica: Se relaciona directamente con el diseño físico del auto, ya que mientras más tamaño vertical tenga la parte frontal del carro, mayor resistencia genera con el aire que va en contra de su dirección, por ende necesita mayor esfuerzo para moverse y seguir adelante.
- Resistencia al rodaje: Quizás piensas que tus neumáticos son totalmente redondos, ayudando de esa forma a que tu automóvil avance. Sin embargo, todos los neumáticos poseen una parte plana que ayuda al mejor control de tu vehículo y una mejor adaptación al asfalto. Esto genera que deba existir un mayor esfuerzo en el rodaje. Pero no te preocupes, ya que todos los neumáticos comparten esta característica.
- Desplazamiento: Es el volumen de aire que entra al motor por cada revolución, y se relaciona directamente con la cilindrada. Mientras más aire entre, mayor gasto de combustible; debido al esfuerzo del motor.
- Inducción: La inducción forzada se utiliza para darle más potencia al vehículo, que cuenta con turbos o supercargadores que hacen que ingrese más aire a la cámara de combustión. De esta forma, y como vimos anteriormente, más aire significa mayor combustible, por ende un mayor gasto de éste.
- Engranaje: Se relaciona con la cantidad de cambios que posee tu auto.
- Resistencia mecánica: Los componentes mecánicos tienen cierta resistencia al momento de ponerse en movimiento para hacer funcionar al motor, sin embargo esto es propio de cada objeto. Pero al mismo tiempo, esto tiene que ver con los tipos de transmisiones, ya que un automóvil automático requiere mayor esfuerzo y mayor gasto de combustible para su movimiento en comparación a uno mecánico.
- Peso: El peso del vehículo influye, ya que a mayor peso, mayor esfuerzo del motor y los componentes mecánicos para poner a éste en marcha. Además, un automóvil pequeño y con menos peso, puede tener un motor más pequeño que consuma menos aire por revolución y con ello, consuma menos combustible.
- Restricciones de admisión y escape: Para evitar la contaminación acústica, los vehículos tienen un silenciador que forma parte del sistema de escape. Sin embargo, en la parte de admisión del aire, también está ese silenciador, para así evitar cualquier sonido del motor. Este sistema genera mucha resistencia, significando más trabajo y más gasto de combustible.
Condiciones ambientales
Aunque no lo creas, los factores ambientales también condicionan el rendimiento de tu auto. Revisa algunas causas que pueden hacer que tu auto consuma más o menos combustible:
- Temperatura: Mientras más caluroso esté, las moléculas del aire están más esparcidas, por lo que al motor le cuesta tomar la suficiente cantidad de aire para funcionar bien. En este caso, mientras más se acelera, claramente se incurre en un gasto mayor de combustible. Por otro lado, mientras el clima esté frío, las partículas están más unidas y existe una combustión más densa dentro del motor. Debido a esto, pueden haber más revoluciones por la misma cantidad de combustible que en el caso anterior (mayor rendimiento).
- Altitud: Mientras más altura, existe menos cantidad de oxígeno. Por lo tanto, si te encuentras a una altura considerable, el esfuerzo que debe hacer tu motor para seguir funcionando es mayor, ya que no tiene suficiente cantidad de aire para rendir adecuadamente. A más altura, se incurre en un mayor gasto de combustible.
Como ves, hay distintas condiciones que pueden afectar al rendimiento de tu automóvil, incluso hay factores que dependen de tu cuidado y consideración. Ponerle mayor peso a tu auto, usar aire acondicionado o variar demasiadas veces de velocidades, puede generar que gastes más combustible del necesario. Si quieres saber más al respecto, puedes visitar el siguiente artículo:
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